El de D. José Antonio Oliva Barrionuevo ha sido el canto cuaresmal de alabanza a las cofradías, a la vida en Hermandad, a la vida cristiana, a la Fe, a las devociones, a las vivencias, a la familia, a las tradiciones que no perecen y a la reivindicación de la importancia de las cofradías en nuestra localidad. Los suyos fueron los últimos piropos de amor a La roda y sus hermandades que se escucharon en una remozada Plaza de Abastos en la que aún hoy suenan los aplausos al pregonero y su presentadora, D. Sandra Romero Jurado; pura sensibilidad y ternura en cada una de las palabras dedicadas al pregonero amigo en este Domingo de Pasión.
Un pregón «escrito desde el corazón y para el corazón», de los cofrades, de los rodeños presentes y ausentes. Un recorrido en prosa poética en el que Oliva Barrionuevo desgranó todos y cada uno de los momentos y episodios vivenciales que como cofrade le han llevado a sentir intensamente la palabra de Cristo, el mensaje de Dios y la exaltación de su madre, la Virgen. Sus experiencias como costalero y nazareno, su recuerdo a los que ya no están pero que también forjaron sus creencias cofrades, centraron el pregón en este cuarto domingo de Cuaresma. Una mañana en la que la música de la Sociedad Filarmónica de Pilas y los versos pausados del pregonero han puesto la nota, la voz y el alma a la Semana Santa de La Roda.
El acto estuvo presidido por el cura párroco de nuestra localidad, D. José Alberto Pérez, el alcalde, D. Fidel Romero, los hermanos mayores de nuestras corporaciones de Jueves, Viernes y Sábado Santo, D. Carlos Quitana. D. Juan Carlos Castillo, D. Manolo Matas, respectivamente. Al término del Pregón, la Junta de Gobierno entregó a presentadora y pregonero, un detalle del forro de la túnica de Nuestro Padre Jesús Nazareno en agradecimiento por su exaltación.