Nuestra Hermandad ha experimentado en este último año un cambio bastante importante en cuanto a gestión y organización de su Cofradía en la calle. «Demasiados cambios» afirmaron no pocos hermanos al conocer el voluminoso conjunto de reformas que esta Junta de Gobierno había puesto en marcha para las Estaciones de Penitencia de 2015, porque la mayoría tenían un concepto muy distinto con respecto al que se implantaba.
Nunca dudé de la capacidad del equipo que compone esta Junta de Gobierno para llevar a cabo todas las reformas necesarias para configurar la Cofradía mediante un sistema más actual y eficaz, por ello, no podíamos dejar pasar la oportunidad, puesto teníamos los medios necesarios. Por ello doy las gracias a nuestro Hermano Mayor y a mis compañeros directivos, que en un largo Cabildo de oficiales del 13 de noviembre de 2014, atendieron una a una a las reformas que les fui presentando, asumiéndolas como propias confiando en mi forma de trabajo para llevarlas a cabo desde mi puesto en la Cofradía. Quiero hacer mención especial a las personas que se empeñaron con especial trabajo y dedicación para que el reparto de papeletas de sitio se desarrollara con normalidad: Mª del Rosario del Pozo y Mª del Carmen Páez en Secretaría; Isabel Pachón en Tesorería; y Mª del Carmen Prados desde las redes sociales. En cuanto a organización de la Cofradía fue esencial el trabajo de Francisco José Fernández con la elaboración de los carros para la clasificación de la cera; y de mi equipo de Diputados de Tramo, Paveros y Fiscales de paso: Ricardo Larraona, Lorena Aguilar, Mª del Carmen Prados, Bernardo Jesús Jiménez, Carmen Gómez, Rosa González, Francis Reina, Ana Auxiliadora Pérez, Rafael Campos y José Manuel Velasco.
El conjunto de reformas fueron configuradas atendiendo a las necesidades que nuestra Hermandad presentaba en la calle, recogidas en el Cabildo de balance de 2014. Se basaron en otros modelos actuales adecuados a las Normas Diocesanas vigentes, cuya eficacia estaba comprobada y que garantizaban una correcta organización y presencia en la calle, cuidando que la Cofradía no perdiese ninguno de sus caracteres identitarios y culturales esenciales de nuestra Hermandad. Los objetivos principales de estas medidas fueron: aumentar el orden en las filas de nazarenos y el control de la Cofradía; incrementar los ingresos de Mayordomía sin aumentar los del nazareno ajustando el precio de la papeleta de sitio a lo que acostumbraba a pagar por el cirio, reduciendo el coste de las papeletas expedidas para los dos días; reconocer los derechos y privilegios del hermano asegurándole el puesto que le corresponde según su antigüedad como miembro de la Corporación; e incrementar la nómina de hermanos y de nazarenos. La principal medida adoptada fue la implantación de papeleta de sitio para los hermanos que desearan hacer uso de su antigüedad a la hora de ocupar su lugar en la Cofradía como nazareno portando cirio, vara o insignia, permitiendo a su vez a los devotos no hermanos que puedan participar en los tramos habilitados para ellos.
Muy debatida fue la modificación de los horarios e itinerarios. El Miércoles Santo se amplió el recorrido manteniendo las dos horas como medida de reajuste ya que, en el itinerario de calle Horno, existía una importante descompensación que hacía muy ralentizada la procesión con parones muy duros para todas las personas que participaban de ella. Es “costumbre” la modificación de este recorrido, aunque últimamente se ha optado por el de Horno. El desajuste del Viernes Santo venía dado por el horario que resultaba excesivo con respecto al itinerario ya que, en los últimos años, se venía produciendo un parón de una hora aproximada localizado en diferentes calles –Sevilla, Erillas, Cervantes…–, con un ritmo muy pausado de la Cofradía. Analizada la situación, la Junta de Gobierno consideró desde un principio que sería positivo reducir el horario 1 hora y 15 minutos con respecto a 2014, de forma que la Cofradía saliera a las 16:30 (30 minutos más tarde) y entrara a las 12 de la noche (45 minutos antes) y de esta forma eliminar los parones que, tanto cuerpo de costaleros como de nazarenos, notificaron como negativo en el Cabildo de balance de 2014. Posteriormente, con el cambio de Director Espiritual, las condiciones cambiaron. Nuestro párroco comunicó la imposibilidad de que las hermandades, incluida la nuestra, pudieran realizar su Estación de Penitencia al mismo tiempo que se estuviesen celebrando en nuestra Sede Canónica los Oficios, algo que es totalmente coherente puesto que se trata de los cultos más importantes de la Iglesia. No obstante, no podemos dejar de entender también el malestar generalizado por la mayoría de los hermanos, puesto de manifiesto en el Cabildo de Salida, que querían mantener la hora de salida de las últimas décadas.
Una vez fijada la hora de la celebración de los Oficios hubo que replantear el horario del Viernes Santo, encontrándonos en una situación inédita, ya que la Cofradía retrasaba hasta dos horas y media su salida (18:30 h.), teniendo que fijar su recogida a la 1:00 de la madrugada (hora de entrada en 2014) ya que tenemos un gran número de niños en nuestro cortejo. En la práctica, nuestra Cofradía necesitó de 45 minutos más de lo previsto, a pesar de que el ritmo a la hora de caminar fue un poco más apresurado, algo muy agradecido por todos, ya que hizo más liviano el cansancio. A continuación reflejo los datos más relevantes de las pasadas Estaciones de Penitencia:
Gracias a estas cifras, la Hermandad inicia este año la elaboración de una base de datos con la que podrá comparar la evolución de nuestras Estaciones de Penitencia una vez transcurridas éstas. Siento enorme gratitud y satisfacción por la sorprendente acogida que en general todos habéis demostrado con vuestra comprensión, compromiso, generosidad y buena intención, contribuyendo a que el esfuerzo y la dedicación de los responsables de la organización resultase exitosa. Vaya por delante mi compromiso de mejorar de cara a este año próximo e intentar corregir errores que se hayan podido producir en este mi primer año como Diputado Mayor de Gobierno.
